Tú

Esos ojos mentirosos
como estelas en la mar
ni miran, ni dejan mirar

esa mirada de mujer fatal
a veces te mira verde
y otras en azul rebelde

ese clavel que es tu boca
con solo rozarla, muerde
mis labios, y a mí me pierde

esa nariz respingona
que como pincel de miel
dibuja su alma en mi piel

ese pelo revoltoso
que rizo a rizo he probado
mi corazón ha robado

ese olor a madrugada
humedad del condenado
reo en amor, a tu lado

ese vello nemoroso
bosque salvaje e inerme
que existe para perderme

esas orejitas lindas
y ese oído escuchador
que oye en fa y en mi menor
(lo no oído o lo no escrito
y escucha blues exquisito)

esas curvas peligrosas
que me llevan hasta el cuello
y en ellas siempre me estrello

esas manos de esculpir
mi apéndice más preciado
creciéndome desbocado

tus pantorrillas de fuego
cobijo y piel del amante
con mis orejas errantes

esa piel melocotón
que libé como amanita
tatué una margarita
(no fue tan sencillo,
tatuarla en el tobillo)

Esa mirada pirata
a veces azul
otras verde
que cuando me miras
pierde
hasta su vergüenza innata
y explota
como un volcán
esperando el huracán
de tu sexo que remata
pero ese es otro cantar
que para tu enamorar
no solo los ojos beben
todo tu cuerpo alimenta
con tu piel
sal y pimienta
tus andares de tormenta
y tus maneras, lunares
que me quieren incendiar

y esos ojos que son mares

unos azul cielo eterno
y los otros olivares
que me buscan el mirar
con tu mirada asesina
despiertas en mí la vida
y como ave suicida
mis plumas he de lamer
desde cuerdo a enloquecer
retozando en tus montañas
y en tu mirada adivina
que con esa medicina
no hay enfermedad taina
que no se pueda curar
y vivo para poder estar
acurrucado a tu lado
siempre lleno,
enamorado
de tus ojos al mirar
que son llamas
tatuaje de soflamas
y camino
de mi mar.

Me colgué una sonrisa
en la solapa del viento
y me fui a descongelar
el corazón, en el infierno
de tu cuerpo
y de mis besos

del angor de tus excesos.
Soy caminante atrevido
camino por tus suspiros
y el espasmo gutural
bebo como un animal
el espacio natural
el sitio de mi recreo
penetrando en el abismo
por donde algún día salí
a contemplar este mundo;
Y con mis artes de mago
e ilapso en tus opulencias
ninfa de las experiencias
alimento el entusiasmo
cosido a lo por venir
en el cielo del orgasmo.

Te quiero,
Mujeres.

Condevolney2009
Julio Romero de Torres: la chiquita piconera
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ambigrama: manuel