Tu sonrisa

A mi hermano Javi, paz de mi paz

Ruego a los que lean, miren o imaginen estos versos
que no los aderecen, ni los mimen,
que ya por mí están mal acostumbrados
en ocasiones la rima me arrebata, y según
Mario, lo que fue azul en verde se relata,
es cierto que cuando lloro, empapo versos,
y me embobo viendo como la tinta
de un nítido absorbente, se emborrona
a veces la palabra grita susurrando letra a letra
anatema de vocal y consonante en armonía
dejándome el tímpano herido, todo flema
reivindicando su oficio en el poema
como a la serranía el bandolero
los versos son salteadores de caminos
quiero ser biblioteca de todos los poemas
beberme su memoria y embriagarme
acompañando del poeta y su conjunto
linchamiento de miradas soñolientas
de palabras huecas, como monedas falsas
maldeciré la beldad en su agonía
rezumando el odio que un día fuiste
manzana del infierno que mordiste
corazón consumido en rebeldía,
te salvaré,
y volaras conmigo en otros brazos
tatuados de libros de reclamaciones
mapa lacrimal de todas las emociones
y volveremos al lugar de nuestra infancia
iniciando el triste viaje del recuerdo
allí donde olvidamos las miradas
recogerás tus ojos, tu boca y tu sonrisa
aquella sonrisa limpia de opiáceos esperpentos
aquella sabia mirada que iluminaba el universo
que no hay más de mil tormentas que desaten
tanto amor como el vivir en paz, hermano,
recuerdo en el alma tan temprano.

Mi hermano Javier, poeta, músico, místico y visionario, que nos dejó un verano, cuando aún resonaba en el aire un beso y una flor que un día versionó con su grupo Espontáneos, número uno del hit parada de ese año.

Recuerdos inundados de ilusiones y sonrisas,
del Lolo sabio tranquilo, del Suso pirata amigo,
y Guardón es la baqueta vestida fiesta guapa,
la voz del Jésus es la oreja Espontanea que me ata,

Espontaneos sin remedio, como personas, muy grandes,
los cinco son numeros primos, él, Apolo pá quemarse,
yo, quedé por ser incendio, ardiendo en alguna parte.