Y el Sábado se hizo Lunes

Vuelvo a mi romántico perverso
hozando penetro en tu universo

Atracado en la mesilla El Corsario de Byron
y El Cuarteto de Alejandría navegando,
sobre una colcha azulada, sorteando
blancas olas de la sabana arrugada,

una vela tartamuda dibujaba en las paredes
el teatro de las luces con su fuego iridiscente,
en el techo abovedado descansando está silente
un punto de fuga errante de corazón fluorescente,

tranquila huyó la mañana, casi muda, recatada,
entre visillos de lino y cortinas floreadas,
en un instante perdido se asomó tímidamente
un lábil rayo amarillo incendiándote la frente,

nos volaron las orejas descifrando los silbidos
de un ruiseñor pico fino, parduzco y colirrojizo
que habitaba en una rama de ese árbol decidido
a compartir la mañana con una tarde de olvido,

tu ejercías de lozana susurrándome al oído
terapias de terciopelo con universos zurcidos,
llenando están el espejo con su bebible zumbido
mis caricias y tus besos rebozándose en suspiros,

carne de gallina en rama es tu piel en el arribo
y el verso se desparrama entre tu sexo y mi sino,
soy serpiente plateada reflejo de las mil lunas
tú, sonrisa ladeada, panal de miel y aceituna,

quiero ser el río cazado por su encantadora presa
retozando sin sentido, perdido entre tu maleza,
las orillas de tus labios por el flujo me adivinan
y el aire lo desparrama por tus caderas divinas

anoche impelí de nuevo el big ban de las pasiones
hicimos subir mil grados el fulgor del universo,
“the turning point fusion” del libro de los excesos
confabulando al compás tus ojos y mis besos,

de popa a popa crujía por su eslora vertical
de babor a estribor vía de ese flujo vaginal,
yo, empopando la vela de mi palo de mesana,
y tú la mayor y el trinquete ciñéndome la bordada,

después se apagó la tarde, el sábado se hizo lunes
y sin querer repartimos el alma en dos corazones
tu te fumaste un pitillo, yo me transformaba en humo
y de nuevo se hizo sábado para arreglar este lunes.

Condevolney2009 ©