San Juan 2010

Pasó la noche de San Juan
traspasamos los umbrales de lo desconocido
y nos introducimos por el vértice más oblicuo del solsticio
en la brisa marina que deja paso al fuego.
Urdiendo sus alas primaverales aun en flor,
las olas,
montañas del mar,
saltarán tres veces sobre mí
limpiando el alma de las trashumantes hogueras
huyendo de un mundo olvidado, ciego y miserable,
lleno de corazones estrujados en ínfimos castillos sin bandera,
para que nadie pueda humillarlos.
Aun así, la tierra viaja 958 millones de kilómetros alrededor del sol
para que las palmeras miren hacia el suelo
ajado por las cicatrices que dejan nuestras huellas.
Aun así, se laceraran los nichos
con los incesantes aleteos de los que no poseen alas
hablando idiomas liderados por triangulares gramáticas
sin miedo a convertirse en armas de doble filo,
incluso el mar
será el eterno danzar del solitario con fin
así es y así fui,
y seguiré anidando en las costuras del tiempo
zurciendo los abismos más profundos
para rescatar esa pasión olvidada y perdida
amando allá donde nunca el amor quiso amamantarnos,
allá donde la amistad nunca fue escondida quimera entre los dientes
allá donde la vida es lo que debe ser,
PURA VIDA.

Condevolney 2010 ©